Estos procesos, siempre y cuando sean realizados por expertos, prolongan la duración y contribuyen con el cuidado del planeta.
Según datos de Firm Ernst & Young, cada vez que una llanta de camión usada se reencaucha, la industria reduce en 70% la generación de materiales de difícil descomposición, genera un ahorro de 19% en el consumo de agua y reduce en 21% la polución del aire, sin contar que para el proceso de reencauche se utilizan 7 galones de aceite, mientras que para producir una llanta nueva se gastan 22 galones de aceite.
Teniendo en cuenta las cifras que favorecen el reencauche de llantas y conscientes de la importancia de reducir los índices de contaminación medioambiental, el fabricante de llantas Michelin se ha enfocado en posicionar sus llantas como las más óptimas para ser sometidas a este proceso, mediante tecnologías desarrolladas en nueve centros de investigación alrededor del mundo, para producir llantas seguras, con alto rendimiento por kilómetro, y con índices de mayor reencauchabilidad.
Sí, muestra de ello es que en Estados Unidos cerca del 80% de las llantas de aviones comerciales y militares son reencauchadas y cada banda reencauchada es usada en promedio de 270 veces para maniobras de despegue y aterrizaje.
Las llantas reencauchadas son tan seguras como cualquier llanta nueva de alta calidad, ya que posterior al proceso, se realiza una inspección de carcasas, lo cual asegura que el reencauche brinde la misma calidad de una llanta nueva. En Colombia, este servicio está regulado por el Gobierno desde el 4 de Marzo del 2009, con la Norma técnica 0481 del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
En el caso particular de las carcasas de las llantas Michelin, están diseñadas para soportar el rigor de varias vidas de reencauche después de la vida original, ofreciendo mayor rentabilidad al negocio del transporte, pues este proceso cuesta una fracción del valor de una llanta nueva. Las llantas de esta marca generalmente se logran renovar más de dos veces.
Además de alcanzar excelente desempeño en primera vida por los compuestos de la banda de rodamiento, las llantas Michelin vienen diseñadas para ser regrabadas. El fabricante francés, promueve este procedimiento, que ha demostrado una duración adicional hasta de 20% sin dañar la carcasa para reencauche.
La tecnología de las llantas del fabricante frances, además de permitir el regrabado y reencauche, cuenta con desarrollos que permiten reducir la resistencia al rodamiento, logrando un 2% de ahorro en consumo de combustible y reducir las emisiones de CO2 entre 2 y 4 gramos por kilómetro rodado, con lo cual en un mes, un camión promedio dejaría de generar cerca de una tonelada de CO2.
A esta estrategia para reducir la contaminación, se suma que el fabricante proyecta para el año 2050 comercializar llantas fabricadas con materiales 100% renovables, reciclados o de origen biológico.
(Vea también: ¿Nitrógeno o aire para las llantas? Conozca lo mejor para su vehículo)
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