Los precios no siempre son el mejor referente, hay otros factores que se deben tener en cuenta.
A pesar de ser una tarea recurrente a la hora de mantener en óptimas condiciones un vehículo, a la hora de elegir el mejor aceite para el motor, existen varias creencias y recomendaciones sin soporte técnico. Hay quienes dicen que a mayor kilometraje del carro se debe utilizar «aceite más grueso», otros se inclinan por aceite sintético-multigrado y la mayoría prefieren siempre la misma marca. En cuanto a la periodicidad, hay algunos que opinan que el cambio de color es el que indica el momento de reemplazarlo.
Las anteriores creencias, sumadas a una oferta cada vez mayor, de lubricantes, aditivos y productos, generan muchas dudas que no siempre se resuelven con sustentos técnicos, ya que la elección del aceite en muchos casos es delegada al mecánico de turno, o al vendedor del centro de servicio, cuyas recomendaciones no siempre tienen en cuenta los requisitos mínimos que debe tener el lubricante para cada auto.
El aceite cumple la función de lubricar el motor para evitar el contacto directo entre las piezas metálicas que se mueven durante el funcionamiento, además reduce el calor y limpia constantemente mientras circula.
Al ser sometido a extremas temperaturas y circular al ritmo de las altas revoluciones que alcanza un motor, los aceites tienen características que se potencian en las más duras condiciones y pueden variar su grado de viscosidad, detergencia y adherencia a las paredes de piezas como cilindros, gracias a la inclusión de aditivos que hacen que se denominen aceites sintéticos multígrados.
Los aceites multigrados cuentan con polímeros termoplásticos, que se expanden a mayor temperatura y hacen que el aceite sea más viscoso. De allí los valores que se encuentran en su denominación: un aceite 10W-40 tiene 10 grados de viscosidad en frío y 40 grados al ser sometido a altas temperaturas.
Los aceites sintéticos multígrados deben ser homologados por organismos que certifiquen sus cualidades, así lo explica el ingeniero Carlos Andrés Mora, representante de los lubricantes alemanes Wolf, quien señala que “Los lubricantes homologados cuentan con una certificación oficial OEM (Original Equipment Manufacturer) que se les otorga luego de ser sometidos a rigurosos procedimientos de laboratorio para dar la certeza de que el aceite ofrece la máxima calidad y cumple con las especificaciones exigidas por los fabricantes de motores”. Por lo anterior es importante buscar los sellos de certificación en los empaques de los lubricantes.
Los aceites pueden contar con varias homologaciones, un ejemplo es el Wolf Officialtech 5W30 C3, que cuenta con siete homologaciones OEM de cuatro fabricantes distintos: General Motors, BMW, Mercedes-Benz y Volkswagen.
Es recomendable consultar las características y ventajas que ofrece un lubricante antes de decidir cambiar de marca teniendo en cuenta las indicaciones de cada fabricante automotor. A continuación, resolvemos varias dudas alrededor del tema de los lubricantes para motor:
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